La demo del juego ‘se publica’ el 7 de julio de 2025, para ponernos a prueba hasta este próximo otoño. Urano retrogradará para volver a entrar en tierras taurinas, durante unos meses, pero estará de regreso a la zona geminiana -de forma definitiva- el próximo 2026 y la andará hasta el 2033: cuando hará salto a las aguas cancerianas.
siete Años de Juegos Mentales
No es que nunca hayan existido; no es que no los hubiera antes: es que se va a exacerbar la movida para que salgan a la luz y van a a|parecer novedades.

¿Le suena el nombre Prometeo? Ese personaje mitológico griego que, dicen, estaba como una regadera porque le dio por revelarse y robar el fuego del reino de los dioses, en pos de entregárnoslo a nosotros. Bien: pues esa es la representación arquetípica de Urano.
Tan gorda fue la liada; tanto les tocó los huevos -a los dioses- que el tipo acabó castigado en el inferno mode: en medio del desierto y agonizando en un bucle de infinita tortura. Tranqui; al final, resultó ser temporal. Hubo salvador y se llamaba Quirón, pero eso ya es otra historia y tenemos siete años para contarla.
Esta ardiente metáfora, que nos habla sobre la democratización del conocimiento (o su liberación, concretaría yo), se une con lo que llaman ‘la mente inferior’: la mente del niño; del juego: el juego de preguntas y respuestas; de atar cabos, como la red neuronal. El juego de explícame un cuento y a ver si me lo creo: Géminis.
Entre muchas otras cosas, por lo tanto, este tránsito astrológico nos va a curtir con respecto al discernimiento; a la elaboración de relatos y la decodificación de los mismos: tanto propios como ajenos. La experiencia individual -respecto a esa subida de nivel- dependerá de varios factores, por supuesto y como siempre. Teniendo en cuenta cómo se disponga, este tránsito, con respecto a nuestra Carta Natal lo experimentaremos más complejo o más fluido; más regalado o mas trabajoso y a ello se le añade la preparación y predisposición de cada uno, las habilidades desarrolladas y por desarrollar, cómo decidamos observarlo y gestionarlo: es decir, levantando resistencias o encontrando aceptación…
Ya arrastramos el issue de la actualmente famosa ‘desinformación‘, damas y caballeros, y escuché mucho relato callejero en su contra: mucho llanto quejica, debido a su existencia; mucho victimismo inconscientemente escondido, tras ello. Okay, entonces; entremos en calor: ¿qué proponen hacer, al respecto?, ¿reivindicamos la censura de aquello que no es verdadero?; pero ¿quién escogerá la información que se veta y la que se permite?; osease: ¿quién decidirá qué es verdad y qué no? y ¿qué criterio usará, para poner el filtro?, ¿según qué intereses?, ¿cómo nos aseguramos de que su discurso, respecto a la verdad, es veraz?; ¿queremos, conscientemente, dejarlo en manos ajenas?, ¿o lo estamos haciendo con fe ciega?, ¿no prefiere hacer, usted, el trabajo?, ¿aprender mediante la experiencia?, ¿curtir su propio ojo crítico y analítico para desvelar verdades?, ¿recoger ese poder? y, así, ¿no depender de otros y su posible corrupción?; ¿cómo va a independizarse si le hacen selección los demás?, ¿cómo aprendió a cocinar?, ¿a limpiar?, ¿a conducir? El eterno estudiante es gran representante de la fuerza geminiana: la mente despierta.
Así pues: la ventaja, en este transcurso, se la lleva quien se sumerja en el largo proceso para coger las riendas de su red neuronal interna. Le advierto: la de ahí afuera, se va a poner -aún más- demente así que puede haber, fácilmente, una extensión demental en la propia psique.
el Reino de la Duda
¿Conoce la historia de Lucifer? La IA le contará que dicho nombre es la traducción latina del término griego «Fósforo», que significa «portador de luz»; de la antorcha; del fuego de los dioses: el conocimiento. Se trata del Prometeo bíblico y le llaman ángel caído. El demonio; el que tienta; quien genera confusión mental, el Rey de la Duda. ¿Empieza a atar cabos?, ¿a entender por qué camino andamos?
Siento el deber de añadir, por aquí, la opinión divergente de los romanos. Se dice que ellos creían que quien merecía ese nombre demoníaco era Venus: Afrodita, como estrella del atardecer y del amanecer; dos momentos de inflexión entre oscuridad e iluminación, durante el transcurso del día. Estaría bien invocar a sus sabios para entablar debate junto a los griegos pero esto, en fin, lo dejaremos para otro momento.
Yo le planteo lo siguiente: ¿no es, la pregunta, de la que emerge la duda?; ¿existiría el concepto de verdad, si no existiera la pregunta?, ¿a caso la buscaríamos, sin ella?
¿Por qué razón necesitamos buscar la verdad?, ¿quién la escondió?; es que ¿la apariencia no es reflejo de todo lo demás, o nuestra interpretación de la misma está alterada?, ¿se nos oculta a la vista, parte de la información, o es que está desvirtuada?, ¿a caso está, la verdad, quebrada en mil pedazos?, ¿tenía razón, Siddharta Gautama Buda, cuando habló de Maya?, ¿es, la realidad, una ilusión?
el Reino de la Realidad
¿Anclamos la realidad como verdad, entonces?, ¿y la realidad en la materia, al estilo ateo-materialista?, ¿obviamos que tenemos la capacidad cerebral de distorsionarla con un buen cuento chino, como acompañante?, ¿de negarla, al entrar en estado de pánico por sentir un latido estridente?, ¿vamos a rechazar la realidad de lo intangible? El señor del pienso ergo existo ¡nunca lo Descartaría! Y según Protágoras, el sofista que puso la verdad en su foco de atención, el hombre es la medida de todas las cosas. ¿Nos metemos -entera y directamente- dentro de la ecuación, como factor a tener en cuenta? A lo que Nietzsche añadiría: ¿vamos a seguir usando el término ‘objetivo’ pese a ser sujetos, y aunque seamos 8 billones de ellos, que observan desde su entender?, ¿desde sus ‘limitados’ cinco sentidos?, ¿admitimos, ya, la existencia del sexto?, ¿lo usamos, para encontrar la verdad?, ¿nos traerá, Urano, un séptimo?, ¿será la famosa telepatía?
No estoy llenando su mente de preguntas por pura diversión geminiana (que también): pretendo, con toda intención puesta en ello, destornillar el clavo que le arrebató su apertura para que empiece a navegar los aires de la locura (¿es eso, verdaderamente, la locura?):
¿Ha conocido a alguien que aparentara, materialmente, ser feliz y le haya contado, en la intimidad, que estaba fingiendo?, ¿lo había, usted, intuido?; ¿ha conocido la experiencia de observar una sonrisa dibujada en el rostro de quien sostiene una triste mirada?, ¿el hecho de que esté triste quita la verdad que existe en su sonrisa?, ¿una verdad anula a otra?, ¿pueden convivir varias verdades, si son distintas?; ¿qué hay de las verdades opuestas?, ¿se complementan o excluyen? Y se me ocurre: ¿cuántas verdades absolutas u ‘objetivas’, divergentes entre ellas, pueden anclarse como tales? O, incluso, agruparse en una sola verdad que lo cubra todo: ¿es eso posible o la raíz de la desvirtuación de la verdad?
¿Cómo lleva, usted, la metralleta de preguntas?, ¿qué tan cerca está, su cabeza, de explotar?; ¿se ha cansado ya? Porque la verdad es que acabamos de empezar… así que le voy a dejar uno de mis remedios estrella para acompañar -de fondo- mis tránsitos de olla mental y le invito, con ello, a hacer lo mismo mientras me sigue leyendo.
¿CONTINUAMOS?
La verdad contiene muchos matices, dicen; es un entramado complejo: como un árbol, con todas sus ramas y hojas y flores y frutos y que están expuestos; al descubierto, mientras sigue enterrando sus raíces donde no se pueden ver. ¿Qué hay detrás de los hechos?, ¿y de los actos?, ¿y de las palabras dichas?, ¿y de las miradas calladas?, ¿aquello que llamamos intención?; ¿es, la intención, la raíz enterrada del ser humano?, ¿la fuente de nutrición de todo lo demás?; ¿cómo se puede descubrir, esta?
el Reino de la Correspondencia
Ahora se usa muchísimo el concepto de coherencia y el de alineación, para referirse a ella: lo que siento con lo que pienso y digo con lo que hago y con los resultados que obtengo de ello; por lo tanto, de la misma forma se entiende ese proceso pero a la inversa (what goes around, comes back around: al estilo karmático). ¿Podríamos decir que hay verdad, cuando todo obra en el mismo pro? A mí, personalmente, me parece lo más cercano a ella.
Esos cuatro pasos encajan con los cuatro elementos que sustentan la mirada astrológica: agua (emoción), aire (comunicación), fuego (acción) y tierra (materialización); y la verdad es que, con tanto relato y pregunta en la cabeza, ese aire geminiano va a necesitar respuestas desde sus tres signos complementarios: los resultados terrenales de Virgo, la experiencia fogosa de Sagitario y la intuición acuosa de Piscis, en pos de atar todo cabo suelto que no permita a la mente, por sí sola, ‘ver‘ con claridad.
No es que considere al resto de los signos irrelevantes: la rueda zodiacal es un proceso que necesita de cada paso, ahí escrito, para completar cualquier ciclo; es que dichas fuerzas son las que se encuentran en tensión con la geminiana: he ahí el motivo del uso de la palabra complementarios; ahí radicarán los quehaceres más laboriosos (primer aviso para sus representantes encarnados en forma de ser humano).
el Reino de la Digievolución
Existen muchas tecnologías puestas en duda, hoy en día: la astrología es una de ellas; la numerología y la kabbalah son otros ejemplos y llevan siglos, si no milenios, rondando tierras humanas. Nunca fue, la digitalización, la estrella de las r|evoluciones aunque agradecemos su presencia, y de corazón, por las facilidades que se deslizan de ella y que antes parecían imposibles; una locura.
Nos toca dar un paso más (o unos cuantos de golpe) durante estos próximos años, de Urano en Géminis, respecto a la mirada científica y el consejo de sabios que se despliegue de ella. Nos invita a comerciar con ideas sin miedos al rechazo y sus titulares del desprecio: tarado; pirado; està com un llum, que decimos en Cataluña.
Nos queda por responder la pregunta que toda persona interesada en la astrología se hace a sí misma:
¿Cómo me Afectará el Tránsito, a Nivel Personal?
Para saberlo, tiene varias opciones y que le voy a enumerar por orden de cuánta precisión, respecto a la información, va a conseguir con ello:
1. Estudie la astrología: obviamente, es la opción de la que más información va a poder sacar. Le dejo link a tres de las escuelas más reconocidas, de habla hispana: Cosmograma, Astroterapéutica y Casa XI (imagino que el algoritmo hará el resto del trabajo, para presentarle otras posibilidades). De todas formas, en este blog va a ir encontrando un acercamiento a ella con cada artículo que publique.
2. Contrate una lectura con un astrólogo profesional: no tendrá el desarrollo en profundidad, mediante un seguimiento constante, como quien tiene toda la info necesaria en sus manos, pero sí gozará de información personalizada que apunte maneras. En las propias escuelas tiene opción a contratar lecturas de sus astrólogos y, por supuesto, en este blog tiene mi correo electrónico: para ponerse en contacto conmigo, si deseara que fuera yo -la elegida- (¡pues claro que hago lecturas!).
3. Escuche o lea a astrólogos divulgadores que comparten información por las redes, de forma gratuita, sobre los tránsitos y cómo afectan a cada signo: no habrá información personalizada pero sí algunas pistas, o referencias, que pueden aclarar dudas generales. Como he hecho con anterioridad, le dejo algunas referencias y le permito, al algoritmo, que haga su magnífico trabajo: opción I, opción II, opción III.
*para conseguir el mandala de su Carta Natal y saber, así, en qué signo tiene ubicado cada factor astrológico: tiene varias opciones de softwares que le pueden hacer los cálculos con, sencillamente, la introducción de sus datos de nacimiento. Yo le dejo la recomendación que creo facilitadora para todo iniciado: Astro-seek. Con esto en mano, puede usar la 3a opción.
*por ahora, no tengo intención de ofrecer esa clase de consejos ‘personales’ desde la lejanía de un blog. Veremos, más adelante, si cambio de opinión.
Con una Idea y una Canción, Me Despido
He leído, por ahí, que la verdad solo es un juego mental de los ‘poderosos’ para mantenernos distraídos; que no existe la verdad, como tal, o -al menos- la preestablecida de forma absoluta; que somos nosotros sus creadores, en realidad, pero si es -ello- cierto, debe existir un elixir del que emerge dicha creación: una fuente o ley o verdad esencial de la que parte ese poder.
Los poderosos… el poder…
Ello me recuerda que, en mi caso, hace tiempo que tengo esa idea en la cabeza: que la|s verdad|es absoluta|s reside|n escondida|s en el reino de Escorpio: el de los tabúes; de lu oculto; de lo místico… siendo, por lo tanto, el arquetipo que representa la Valentía (Marte, su regente clásico) y el del Miedo (Plutón, el moderno) sus impulsores y protectores.
No sé si argumentar que es que los dioses decidieron meterla en el inframundo, porque se dieron cuenta de que el ser humano no estaba preparado para sostenerla ni gestionarla. Solo quien se atreviera a pagar el precio que pide el Barquero, y superar las pruebas que ahí se imponen, sería premiado con tal poder. Por lo tanto, esa sería la razón por la cual la gran mayoría la teme tanto y tan pocos se arman con valor para emprender el viaje hacia su encuentro. En fin; para mí, ese relato tendría cierto sentido.
Y cierto es, a su vez, que el universo se encargó de hacer coincidir la entrada de Urano en Géminis con la reciente de Plutón en Acuario, para que se alinearan -literalmente- los astros en el cielo, y junto a Neptuno en Aries -del cual es regente Marte-. ¡Algún interés habrá en que el colectivo desvele algo importante, en estos tiempos!
Pero para que así sea, deberemos ser recortados y pulidos -plutonianamente-, para subir de nivel en consciencia -uranianamente- y acceder con valentía -marcialmente- a la esencia de las cosas; porque esa es la verdad más pura, tal como yo la entiendo, y la bautizamos como misterio.
Let the machines do the math; let us do the mystery (@kamalsabran)


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